el compás de espera

muchos de ustedes dirán que porqué este blog no se actualiza constantente, lo que significaría actividad. Quiero decirles que actividad hay mucha, pero es detrás de bambalinas. El poder concretar proyectos como este, que no surge de las instituciones sino de la sociedad, de la gente, de esa que camina por la calle y a la que está dirigido, al menos en mi país es como escalar el Everest en sandalias o cruzar el Sahara con litro y medio de agua marca Nestlé(ver las letras pequeñitas).

Se necesita mucho empeño (ya lo dice Antoni Muntadas: la percepciòn requiere empeño), y aquí lo que percibimos es todo un complejo entramado (burocracias, intereses, visiones, tiempos) que, si tenemos la atención y voluntad bien puestas, nos puede dar como resultado la realización, la concreción del proyecto, que no es mas que un sueño, si nos detenemos a verlo. Pero vaya que eso cuesta.

Tras bambalinas (dos, una en Morelia y otra en Vilagarcía), se cocinan a fuego lento mil detalles. A veces sacan de quicio, a veces parece que todo va bien, y luego vuelven a dar dolores de cabeza o insomnio.

Faltan 2 semanas para cruzar el Atlántico. Y cuando el avión despegue de la México Ciudad (con X, por favor, con X), el sueño vuelto realidad habrá empezado.

Por lo pronto....no queda más remedio que ir construyendo. Que respirar profundo y, siel camino que tomamos no lleva a donde queremos, tomar el siguiente, y el siguiente...hasta que todo encuadre, enfoque y...click!

(recuerden....hablamos de sueños, hablamos de arte)